V.Kandinsky, 1911
Nos gustaría que los niños crecieran en libertad, experimentaran, aprendieran a ser autónomos pero sin darnos cuenta estamos todo el día con el “no” o el “deberías” en la boca.
A través del arte, los niños pueden experimentar de manera segura cosas que se les pasan por la cabeza.
El único riesgo, el mayor efecto secundario de crear es…mancharse.